Estados Unidos promueve la desestabilización en América Latina

FOTO: Luiz Alberto Moniz Bandeira. Fuente: http://pedrodaveiga.blogspot.com.ar/

Esta entrevista al profesor Moniz Bandeira se realizó hace un atrás, sin embargo su vigencia justifica su actual publicación.


Entrevista al Profesor Luiz Alberto Moniz Bandeira publicada en Carta Maior 18-03-2015

Iniciativas como la creación del Banco del Brics y del régimen de participación para el pré-sal[1] contrarian seriamente los intereses norte-americanos

El cientista político e historiador Luiz Alberto de Vianna Moniz Bandeira denunció que los Estados Unidos, por medio de órganos como la CIA, NSA (Agencia de Seguridad Nacional) y ONGs a vinculadas a ellos, continúan en la tentativa de desestabilizar gobiernos de izquierda y progresistas de América Latina, como los de Venezuela, Argentina y Brasil.

En entrevista al professor  Moniz Bandeira este dijo que ‘’evidentemente hay actores, profesionales muy bien pagos, que actúan tanto en Venezuela, Argentina y Brasil, integrantes o no de ONGs, al servicio de la USAID, National Endowment for Democracy (NED) y otras entidades norteamericanas”, para desestabilizar a esos países, con la utilización de instrumentos que incluyen protestas en las calles.

“Las demostraciones de 2013 y las últimas, contra la elección de la presidente Dilma Russeff, no fueron evidentemente espontáneas”, dice el cientista político.

“Los actores, con el soporte externo, fomentan y estimulan la aguda lucha de clases en Brasil, intensificada desde que un líder sindical, Lula, fue electo presidente de la República. Los diarios, aqui en Alemania, subrayan que la mayor parte de los que participaron en las manifestaciones del domingo, dia 15 de marzo 2015, era gente de la clase media alta para arriba, los adinerados’’, dice Moniz Bandeira, que reside en Alemania y es autor de varios libros sobre las relaciones Brasil—EUA.

En el caso de Brasil específicamente, citó iniciativas del PT y aliados que contrarían a Washington, como la creación del Banco del BRICS, una alternativa al FMI y al Banco Mundial y el régimen de reparto o participación para la pré-sal, que confirió un papel estratégico a la Petrobrás, desplazando a las petroleras extranjeras. Recordó también que la presidenta Dilma fue espiada por la NSA y no se alineó con los EUA en otras cuestiones de política internacional, entre ellas las relacionadas con los países de América Latina.

A continuación la entrevista:

El líder del PT en la Cámara, Sibá Machado (AC), comentó en las redes sociais que la CIA ha actuado en las tentativas de desestabilización de gobiernos  democráticos en América Latina . ¿ Como evalúa usted eso, ante varios episodios históricos que muestran a los EUA por detrás de la desestabilización de gobiernos de izquierda y progresistas?

Washington hace mucho tiempo está creando ONGs, con recursos canalizados a través de la USAID, National Endowment for Democracy (NED) y la CIA; Open Society Foundation (OSF), del billonario George Soros, Freedom House, International Republican Institute (IRI), bajo la dirección del senador John McCain, etc. con el propósito de desestabilizar gobiernos que contrarían sus intereses.

Ellos trabajan directamente con el sector privado, municipios y ciudadanos, como estudiantes, reclutados para hacer cursos en los EUA.

La estrategia es aprovechar las contradicciones domésticas del país, los problemas internos, a fin de agravarlos, generar turbulencia y caos hasta derrumbar al gobierno sin recurrir a golpes militares.

En Ucrania, dentro del projeto TechCamp, instructores, al servicio de la Embajada de los EUA, entonces dirigida por el embajador Geoffrey R. Pyatt, estaban preparando, desde por lo menos 2012, especialistas, profesionales en guerra de información y descrédito de las instituciones del Estado, usando el potencial revolucionário de los medios de comunicación modernos – subvencionando a la prensa escrita y oral, TV y sites de Internet — para la manipulación de la opinión pública y organización de protestas, con el objetivo de subvertir el ordem establecido en el país y derribar al presidente Viktor Yanukovych, en febrero de 2014.

Esta estrategia está basada en las doctrinas del profesor Gene Sharp y de la denominada “Political Defiance”, del coronel Robert Helvey, especialista de la Joint Military Attache School (JMAS). Dicha estrategia es operada por la Defence Intelligence Agency (DIA) y describe cómo derrumbar un gobierno y conquistar el control de las instituciones, mediante el planeamiento de las operaciones y movilizaciones populares para atacar a las fuentes de poder en los países hostiles a los intereses y valores de Occidente (Estados Unidos).

Esa estrategia pautó en gran medida la política de ‘cambio de régimen’, en varios países, sin golpe militar, incrementada por el presidente George W. Bush, desde las llamadas “revoluciones de colores” en Europa y Eurasia, así como en África del Norte y en Oriente Medio. En mi libro La Segunda Guerra Fría (próxima edición en español Editorial Corregidor de Bs. As.) explico, con detalles y pruebas, como esa estrategia se desenvuelve. Por el momento estoy investigando y escribiendo otra obra – A desordem mundial — donde profundizo y estudio lo que ocurrió y ocurre en varios países, sobre todo en Ucrania.

Además de la CIA ¿cómo los EUA actúan contra los gobiernos de izquierda de América Latina?

No se trata de una cuestión ideológica, sino de gobiernos que no se someten a las directrices de Washington. Una potencia mundial, como los EUA, es más peligrosa cuando está por perder la hegemonia que cuando expandió su Imperio. El monopolio que adquirió, luego de la II Guerra Mundial, de producir la moneda internacional de reserva – el dólar – está siendo desafiado por China, Rusia y también Brasil, que está asociado a estos países en la creación del banco internacional de desenvolvimento, como alternativa al FMI, Banco Mundial etc.

Además, la presidenta Dilma Rousseff denunció en la ONU el espionaje de la NSA, no compró los aviones-caza de los EUA, sino los de Suecia, no entregó la pré-sal a las petroleras norteamericanas y no se alineó con los Estados Unidos en otras cuestiones de política internacional, entre ellas las asociadas a los países de América Latina.

El gobierno de Venezuela ha denunciado la participación de Washington en tentativas de golpe. ¿ Lo mismo podría estar aconteciendo en relación al Brasil?

Evidentemente hay actores, profesionales muy bien pagos, que actúan tanto en Venezuela, Argentina y Brasil, integrantes o no de ONGs, al servicio de la USAID, National Endowment for Democracy (NED) y otras entidades norteamericanas. No sin razón el presidente Vladimir Putin determinó que todas las ONGs fuesen registradas e indicasen el orígen de sus recursos y como son gastados.

El Brasil debería hacer algo semejante. Las demostraciones de 2013 y las últimas, contra la elección de la presidente Dilma Rousseff, no fueron evidentemente espontáneas. Los actores, con apoyo externo, fomentan y estimulan la aguda lucha de clases en Brasil, intensificada desde que un líder sindical, Lula, fue electo presidente de la República. Los diarios, aqui en Alemania destacan que la mayor parte de los que participaron de las manifestaciones del domingo, dia 15 de marzo 2015, era gente de la clase media alta para arriba, los adinerados.

¿ Qué intereses de Washington serían contrariados, por el gobierno del PT, para justificar la participación de la CIA y de grupos empresariales de derecha, como los hermanos Koch (ramo petrolero) , en el financiamiento de las movilizaciones contra Dilma? El pré-sal, por ejemplo?

Los interesses son varios como ya expliqué más arriba. Es muy extraño como comenzó la Operação Lava-Jato, a partir de una denuncia “premiada”, con amplia participación de la prensa, sin que apareciesen los documentos probatorios.

El gran presidente Getúlio Vargas ya había denunciado, en su carta-testamento, que “la campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a la de los grupos nacionales sublevados contra el régimen de garantía del trabajo. (…) Contra la justicia de la revisión del salario mínimo se desencadenaron los odios. Quise crear libertad nacional potenciando nuestras riquezas a través de la Petrobrás y, cuando esta comienza a funcionar, la onda de agitación se acrecienta. La Electrobrás fue obstaculizada hasta la desesperación. No quieren que el trabajador sea libre. No quieren que el pueblo sea independiente”.

¿ Cómo interpreta usted el surgimiento de grupos de derecha en Brasil, con agenda totalmente alineada a los intereses de los EUA?

Los grupos de derecha están en Brasil como en otros países. Ellos despertaron con la crisis económica deflagrada en 2007-2008 y que hasta hoy permanece, en varios países, como Brasil, donde irrumpió con más atraso que en Europa.

La derecha en los EUA siempre fue fomentada por los intereses de Wall Street y el complejo militar-industrial, está liberada del yugo de la “corrupción”, y la puerta giratoria – ejecutivos de empresas/secretarios de gobierno – nunca deja de funcionar, en todas las administraciones.

Hay, entre los organizadores de las protestas, gente francamente favorable a la privatización de la Petrobrás y las riquezas nacionales, con un evidente complejo de “perro callejero” delante de los intereses extranjeros. Como analizar ese movimiento a la luz de la historia brasileña? De nuevo el nacionalismo versus el entreguismo?

Está claro que, por detrás de la Operação Lava-Jato, el objetivo es desmoralizar a la Petrobrás y a las empresas estatales, de modo de crear las condiciones para privatizarlas.

No obstante, creo que las Fuerzas Armadas no intervendrán en el proceso político, no hay fundamentos para el golpe de Estado, mediante impeachment a la presidenta Dilma Rousseff, contra la cual no hay prueba alguna de corrupción, fraude electoral, etc., elemento siempre usado em la liturgia subversiva de las entidades y líderes políticos que la USAID, NED y otras entidades de los EUA patrocinan.

Traducción: AmerSur

[1] La pre sal es un yacimiento con enormes reservas  de petróleo y gas ubicado en el litoral marítimo de Brasil, descubierto hace unos años atrás (2006), durante el primer mandato del presidente Lula.

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